Y en estos tiempos conectados de tanta distracción digital el tema se agrava al caer espirales "hipervinculadas" o "sociales" que nos arrastran lejos de lo que supuestamente deberíamos estar haciendo.
En mi propia pelea por dejar de procrastinar hay una imagen que me ha ayudado a entenderla... y algunas veces a superarla:
La procrastinación es como un gran lago que tenemos que cruzar de orilla a orilla con un barquito de remo.
Básicamente, lo que hacemos es que en lugar de llegar a la otra orilla remamos hacia cualquier otro lugar. En círculos. En diagonal. Hacia atrás. Todo menos hacia el destino.
Y es aquí donde nos frustramos. Porque lo estamos haciendo conscientes. Porque sabemos lo que está pasando. Porque debemos llegar... pero hacemos todo para no lograrlo.
Con esta figura en mente, hay dos cosas que me han ayudado:
A) No importa que no se avance hasta la otra orilla. Hay que buscar una base.
En la vida real esta base es algo que te ayuda a enfocarte. Una ducha, una caminata, ordenar el escritorio o la casa, leer un libro que rete. Lo importante es tocar alguna base y dejar de remar en círculos.
B) Luego de llegar a una base hay que tomar pequeños pasos para llegar a la otra orilla.
En la vida real son los "outlines" de una presentación, la agenda del día siguiente, la investigación para una idea, un correo o una llamada o cualquier cosa que signifique un pequeño primer paso.
El tema es tan serio que ya ha sido sujeto de estudio. Por ejemplo, en este post de Brain Pickings hay 5 perspectivas interesantes sobre el tema.
Pero es un proceso y cada quien tendrá su forma de "hacer cruzar su barquito" por el lago de la procrastinación. ¿Cuál es la tuya?
Ilustración: Impresión, amanecer. De Claude Monet. Link original
No comments:
Post a Comment