Sabían que no era un estadista, un aspirante a paladín
y ni siquiera un caballero andante.
Le perdonaban el bigote, la ignorancia,
y su amor por los hermanos de Rocinante.
Pero nunca imaginaron que de la revolución resultaría ser fiel amante.
Y como en aquel pequeño país el gobernante hace lo que se le antoja:
¡Un día amanecieron apadrinados por el de la boina roja!
¡Diez mil corrieron a vitorear al comandante!
(Con panza llena y dinero: "que viva Chavez y p'alante")
Ese día llegaron: el cholito "cocalero" y el abusador "guerrillero"
(acompañados fielmente por el que mandó el barbudo).
Por eso sin pena alguna el flamente "comandate llanero":
¡Como "vaquero" bautizó a Mel, en el momento que pudo!
Y es así como en aquel páis los niños amanecieron "Chavistas",
aunque sueñen aún con ratoncitos imperialistas.
No hay duda que en esas Honduras avanzan hacia un futuro certero:
¡Pues ahora su destino, lo protege el Comandante Vaquero!
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Para escuchar más de "los comandantes", el presidente Mel Zelaya y el talento lírico (que inspiró este post) de Hugo Chávez Frías en Honduras, puedes ver el recuento de Jaime Bayly.
jajaja, brillante bayly.
ReplyDeletete faltó mencionar a la dispara-besos amiga de cada uno de esos comandantes
ReplyDeleteMuy bueno, deberías ponerle música :-)
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