- Jalarme los cachetes hasta enrojecerlos.
- Apostar húmedos y asquerosos besos en mi nariz.
- Arruinar y quebrar mis juguetes en compañía de un nefasto grupo de esbirros contemporáneos con las mismas y deplorables costumbres.
Con esta diferencia de años, este "explotador de hermanos menores" siempre fue y ha sido una terrible visualización de lo que puedo ser dentro de diez años: A mis once él ya era graduado summa cum laude de su carrera y gerente de una exitosa empresa. A mis veintiuno fui padrino de su memorable boda, y a mis treinta y uno lo veo felizmente casado, con dos hijos preciosos, la casa sus sueños y el impulso de estar levantando su negocio propio. Pero no se escandalicen aún, esta vida que he tenido frente a mis ojos es la vida de alguien del que también se rumora hizo creer falsamente a su hermanita (y hermana mía también) que ella era adoptada.
Para colmo, he sido influenciado por las características de semejante individuo: Hombre caballeroso, afable pero firme, juicioso en sus palabras y acciones, temeroso de Dios, predicador evangélico profundo, optimista, paciente, sensible, dispuesto a escuchar, administrador ecuánime, consejero oportuno y ahora esposo y padre cariñoso. Todas, con un peso no poco importante en mi vida y que en algún momento han influenciado mis acciones y decisiones hasta el punto de pensar ¿Qué haría Alfredo en mi lugar?
En honor a la verdad, me siento dichoso y privilegiado de la relación que tengo con mis hermanos, y siento que no es fácil encontrarla en todas las familias. Aunque suene irremediablemente a cliché, los hermanos son para toda la vida. Así que sea cual sea su relación con sus hermanos, es bueno acercarse (sin llaves inglesas ni similares), limar asperezas o simplemente no olvidarlos.
Mi hermano ya no me jala los cachetes ni me da besos en la nariz (eso lo sufren ahora mis sobrinos), tampoco arruina mis juguetes (incluso lo dejaría travesear mi IPod). Ahora adultos, de lo único que puedo declararlo culpable… es de seguir siendo una inspiración y un ejemplo para este hermanito diez años menor.
Shame on you Brother! (And Happy Birthday!)
Lo de la llave inglesa me consta pues yo presencié asustada este intento de "llavicidio," mientras Alfredo dormía plácidamente en el sofá de la sala. También aporté para convencer al hechor de que debía pedir perdón a su hermano mayor... aunque según él se merecía semejante trato.
ReplyDeleteA pesar de que yo también fui víctima de cachetes enrojecidos, porque en cualquier descuido me los pellizcaba, todo eso es cosa del pasado...ya ha sido perdonado :)
Es un gozo haber sido la hermana de enmedio y haber ido creciendo entre hombres tan ejemplares como mis hermanos.
No importa la edad que tengamos siempre seguiremos siendo los tres...
S.
A veces cuando se tiene mucha diferencia de edad entre hermanos, a veces es difícil entenderse, sobre todo de niños/ adolescentes y suceden bromas-castigos como los tuyos o como a mi que mi hermana (me lleva 7 anos) me trataba de ahogar "jugando" con una almohada o me encerraban en el closet por tiempo..., hasta que mami nos descubría..., pero al final cuando vas creciendo lo bonito es darse cuenta de que terminas siendo buenos amigos, ejemplo y admiración para nosotros los menores y sobre todo tu única familia con la que puedes contar incondicionalmente.
ReplyDeleteRoger, te aplaudo este blog que escribiste, realmente deja un mensaje importante de ejemplo familiar.
Un abrazo,
C. :)
Hola Roger, me parecio muy gracioso tu tema, me hizo recordar las maldades de que le hacia a mi hermana menor cuando eramos guilas.
ReplyDeleteY es que fijate que por lo visto,nosotr@s los herman@s mayores tenemos esa tendencia de torturar a nuestr@s herman@s menores, yo le hice varias maldades a mi hermanita, hasta con cuchillos la perseguia para asustarla, jajaja.
Pero lo bueno por rescatar aqui, es que esas travesuras de guilas queden solo en el recuerdo, bueno o malo, pero al fin y al cabo, lo importante es que hoy que somos adultos nos sigamos queriendo y en mi caso, siento una gran admiracion, orgullo y respeto por la mia, casi nunca nos vemos pero al menos mantenemos el contacto y se que de una u otra forma cuento con ella, porque es mi familia, mi sangre y eso es lo mas importante que tenemos en la vida.
Fecilidades Roger por tu blog, nos vemos.
mmm, debo reconocer que disfrute mucho leyendo todo esto...
ReplyDeletecreo que en un 99% de las familias hay conflictos entre hermanos, y bueno los mayores siempre tienen roces algo "fuertes" con los mas chicos.
Mi familia es grande y bueno no sé lo que es tener un hermano (género masculino).
sólo tengo hermanas algunas mayores (simpre se afanaron en reñir entre ellas) y cuando la "sapilla" se metia a intentar evitarlo siiii, pasaba lo esperado entre las dos me daban a mi...
y bueno la historia quizás no tan "violenta" pero con más creatividad paso con las que son menores a mi y mi persona....
en fin...
el punto que me gustaria realzar en tu escrito, es que después de tantos años, la relacion con tu hermano sea tan especial...
No todos los hermanos tenemos la dicha de estar 100% orgullosos de nuestros hermanos mayores, muchos no tienen relaciones tan amigables...
Y en nuestra sociedad actual, en la que el núcleo familiar esta tan deteriorado es refrescante, saber que aun hay familias que pueden generar un cambio...
Yo creo que todos hemos tenido problemas con nuestros hermanos.... yo al mio lo torture suficiente pero una cosa si te digo que hoy por hoy lo amo montones.
ReplyDeleteY me alegro el corazon ver como quieres a tus hermanos y la verdad es que creo que la familia Umaña Martinez es una familia admirable.
VV
Jaja, que cómica foto!!! Saludos Roge!, G
ReplyDeleteAAHH!! no puedo creer q hizo creer a S. q era adoptada!! ... estoy pensando seriamente q se merecia el llavicidio!!
ReplyDeleteAbraxos
Tardia Lectora
Que divertido! En mi caso soy la menor y en vez de ser la torturada mis hermanos fueron mis víctimas!!! ��que vergüenza si era me protegieron y cuidaron tanto!! No los cambiaría jamás! ��
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